La gran importancia que tiene realizar una correcta y completa higiene facial a diario para prevenir el envejecimiento de la piel.
Todas y todos sabemos lo importante que es limpiar bien la piel, ¿pero lo hacemos diariamente de la manera adecuada? Y lo más importante, ¿sabemos realmente por qué?
La piel , aunque aparentemente no esté sucia, o no nos maquillemos, acumula células muertas, sudor y polvo. También acumula toxinas del ambiente procedentes de la polución, del humo de los coches, del tabaco, etc…
E incluso, en lugares cerrados con poca ventilación, como pueden ser hospitales, empresas, despachos, se acumulan altos niveles de contaminación para la piel.
Estas toxinas quedan adheridas a nuestra piel y debemos eliminarlas de forma eficaz, ya que producen radicales libres que oxidan nuestra piel y en definitiva, provocan un envejecimiento acelerado, de la misma forma que lo hace la radiación UV solar.
Contaminación y radiación solar, se potencian, acelerando exponencialmente el envejecimiento de la piel.
Para evitar que todos estos factores no nos pasen factura, debemos tener muy presente la importancia de la limpieza facial correcta todos los días mañana y noche, ya que nuestra piel no deja de trabajar.
Por la noche la piel se repara y restaura de las agresiones sufridas a lo largo del día. Por el día está expuesta para protegernos, y en ambos casos es importante que se encuentre en perfectas condiciones, que esté libre de toxinas para así favorecer funciones y facilitar la acción de todos los principios activos que vamos a aplicar, que la piel esté limpia, tonificada y equilibrada.
¿En qué consiste la doble limpieza?
Como su nombre indica, consiste en aplicar 2 pasos a la hora de limpiar la piel.
- En primer lugar utilizaremos productos de base oleosa (aceites, mantecas, leches). Estos aceites son desmaquillantes y limpiadores, también son aptos para piel grasa, y nos ayudan a eliminar el maquillaje, protector solar y las impurezas propias de la piel, como sudor y sebo. Estos aceite se utilizan poniendo un poco en nuestra mano y aplicamos en la cara con la piel seca, extendiéndolo con suaves masajes. Humedecemos con agua tibia para que emulsione y finalmente aclarar con abundante agua tibia. Secamos a toquecitos.
- En segundo lugar vamos a utilizar un limpiador acuoso, puede ser gel o espuma, y con él eliminaremos el cien por cien de los restos de sudor y suciedad. El limpiador que utilizaremos en este paso es más específico según el tipo de piel (grasa, acnéica, seca, sensible).
La piel queda suave, sin tirantez y perfectamente preparada para los siguientes pasos y optimizar así, las propiedades de los siguientes activos.
¿Cuándo debemos realizarlo?
Como hemos comentado anteriormente , sería ideal hacerla mañana y noche, pero sería estrictamente necesario por la noche, ya que es cuando nuestra piel está más saturada por el maquillaje, protección solar y polución.
Después de la limpieza no olvidéis nunca de lo importante que es TONIFICAR. El tónico es un cosmético indispensable ya que tiene una función importantísimas en el balance del pH de la piel.
Introduce un gesto en tu rutina para tener una piel sana, limpieza facial y doble limpieza.
Rutina de limpieza semanal
Es importante acordarse de hacer una limpieza en profundidad dos veces a la semana mediante mascarillas detoxificantes con exfoliantes químicos, físicos o enzimáticos que aportaran extra de luminosidad.
Una vez tengamos la piel libre de células muertas, impurezas, o sea, después de una buena limpieza, tenemos la piel lista para recibir sus nutrientes, o sea, la hidratación. Es una necesidad básica de la piel, y más aún cuando tiene sed después de un día de sol, por ejemplo. Es por eso que es vital aplicar un buen tratamiento facial después de una buena limpieza diaria, además de protector solar diariamente. La piel es un elemento sensible y los rayos penetran en ella incluso en días nublados, o delante de un ordenador.
Y recuerda “ el mejor antienvejecimiento es la protección solar”